Conclusiones reprimidas
14 de abril de 2010 by laurísima in

Cuando tuvo conciencia de lo sucedido era demasiado tarde. Nunca lo supo y además ella era una loca que se acostaba con las letras y despertaba envuelta en poemas, no se podía competir con eso. Como una realidad perfecta lo aceptó y volvió a sus cuentos fantasmas que nunca escribía que nadie leía, pero ella se juraba escritora y a todo el que pasaba por su vida les decía: "yo ya leí eso, he escrito ciento de cosas, ya canté en aquel teatro, recité poesía en aquella plaza y me acosté con todo amante del arte que puedas pronunciar". No estaba loca, ni tan errada, pero no podía dormir, ni despertar como ella y mientras se recortaba las letras que salían de su mente para pegarselas en el cuerpo, volvío a tu eterno insomio de agonía y engaños.