Él era tan duro y romántico como la ciudad que amaba. Tras sus gafas de montura negra se agazapaba el vibrante poder sexual de un jaguar. La ciudad de México era su ciudad y siempre lo sería.
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Anónimo 27 de octubre de 2008, 10:23
De pura casualidad este post... habla de mi? jejeje...
precisamente me describe a la perfección... con todo y reescritura de Manhattan.
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Anónimo 28 de octubre de 2008, 10:19
Ni te apuntes marihuas....
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Anónimo 28 de octubre de 2008, 20:22
qué fuerte, qué fuerte
como lo describes..
xD
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aww acabas de actualizar esto hace 27 minutos según mi blog ^^
mmm con qué la ciudad de méxico eh?!
mmm con que 19 años y 329 días...
siempre ando pendiente de lo que escribes por acá, aunque luego no deje huella
"que no quede huella que no y que no"
8-)
byeee con mi vida! xD
besos